
Traspasar la puerta giratoria del hermoso lobby del Hotel Santa Catalina te transporta de inmediato a otros tiempos y maneras. A la imponente presencia de los edificios majestuosos y singulares del siglo XIX, sabiamente ubicados en los mejores lugares insignes del mundo.

Porque este noble hotel fue diseñado en 1890 por el arquitecto escocés McLaren y construido por su colega británico Norman Wright en un momento en el que el comercio marítimo previo al Canal de Suez convirtió a la isla de Gran Canaria en lugar estratégico de aprovisionamiento para Gran Bretaña. En sus salones han lucido palmito multitud de personajes ilustres, en sus habitaciones han descansado divas de Hollywood y en sus butacas tomaron el té decenas de familias reales. Y eso se nota. La huella de su ilustre pasado se funde con la exquisitez de su presente glamuroso, impecablemente hilado a través de una reforma respetuosa y delicada tras el inicio de la gestión por parte del Grupo Barceló. Entre los principales logros, abrir el espacio al hermoso parque colindante y convertirlo en un todo.
Santa Catalina es el hotel de Las Palmas. Donde se casan los que pueden, donde se celebra, se declara, se promete y se firma todo lo importante que ocurre en la isla de Gran Canaria. Su elegancia colonial y su emplazamiento entre el centro histórico y la playa de Las Canteras lo convierte en un alojamiento especial y único. Ahora, con la incorporación de una gastronomía a la altura de las circunstancias y la apertura del gastronómico de los hermanos Padrón, bautizado Poemas, el encaje es perfecto.
La cocina de los Hermanos Padrón

Su cocina es canaria porque ellos lo son. Pero no es un objetivo en sí mismo. Adoran su tierra y sus productos y los utilizan con naturalidad. De hecho, los guiños son muy internacionales y los platos con técnicas depuradas y no demasiados ingredientes. Juan Carlos y Jonathan (El Rincón de Juan Carlos, una estrella Michelin y dos soles Repsol) han puesto en marcha su primera “sucursal”, Poemas, cuyos fogones recaen en la Plato de anguila y huevo del restaurante Poemasjoven y atrevida Itziar Pérez, una herreña con sangre rebelde y las cosas muy claras que lleva años empapándose de la filosofía de la casa. En el restaurante hay intimidad, distancia, y a la vez es hogareño. Con el acento puesto en su menú degustación de 16 pasos, ofrecen una opción más corta y la libertad de la carta para que cualquiera encuentre su lugar. En el acompañamiento vinícola, una profusión de vinos canarios siempre sorprendentes y bien asesorados por Esteban García.
Y más buena cocina
![[Img #19558]](https://sobremesa.es/upload/images/07_2021/5177_hotel-santa-catalina-gran-canaria_restaurante-poemas_cocina_chef_itziar.jpg)
Cocina del hotel Barceló Santa CatalinaDe hacer que las cosas funcionen desde el room servicehasta el snack-bar de la piscina se ocupa Iker González, el chef ejecutivo rodado en el hotel María Cristina de San Sebastián que desde el inicio ha sabido imponer unos criterios de alto nivel, tanto en La Bodeguita 1890 –un local de gran éxito entre el público local con una carta divertida y accesible– como en el desayuno, que el domingo se convierte en espectacular brunch. Pescados y carnes a la brasa (en la foto), arroces y un ceviche impecable son algunos de los platos de precisa ejecución que se pueden degustar en un local con terraza abierta a los jardines y al Pueblo Canario.
Cada mes, un bartender en el rooftop Alis agita la coctelera. Por ejemplo, Patxi Troitiño con creaciones inspiradas en huéspedes ilustres completando una interesantísima carta que homenajea Canarias.
Autor: Teresa Álvarez. Imagen: Arcadio Shelk